ya está... sigo...

Sana sana colita de rana si no sana hoy sanará mañana... y la nana no sana, más abierta que nunca, me alimenta y mientras como, me hamaco entre un ir y venir de pasado al presente y viceversa, entendiendo que no tengo derecho a desterrar a la niña que vive en mí, ni soltar a mis pichones para que no se lastimen.
Sana sana colita de rana si no sana hoy sanará mañana... y la nana no sana, más abierta que nunca sonríe y me muestra su desnudez, recordando que fui yo quien la zanjó y ahora no dejo cicatrizar.
Y me quedo anclada en una vuelta del círculo que me atrapa. Y busco algo... alguien... que me salve y siento que me hundo más y más y ya no hay orillas, ni puertas, ni ventanas, ni nada; solamente la soledad en todo su esplendor y yo a tientas, tratando de entender eso que me quería decir la luna en las noches borrascosas que duraba la vigilia.

Carta 4
Hola Mr Novs!.. Qué sería de mí sin usted... que sería de mi ficcionada realidad sin su imagen apareciendo una y otra vez...
Es como escribirle al viento Mr Novs... sentir que mis palabras son hojas que vuelan y van a parar a su bolsillo colorado.
Sabe?.. Intento salvarme... Aún no sé bien cómo, pero en principio, confío en esa ayuda impalpable que usted me concede al prestarme su sombra para caminar hacia el horizonte desde el renacer en un grito entelerido al ver mi cara en un espejo de río, río que corre turbulento y enlodado ocultando las fauces de su cauce... ¿Por qué hubo de abrirse ante mí y asegurarse que me viera? ¿Qué intrincada relación nos conecta? Sin duda usted ya tiene la respuesta. Sin duda yo también, pero apesta....
Llamo colibríes a que vengan por mis manos; para teñirlas de colores y nuevos perfumes; para que esta nueva carta le resuene como una melodiosa canción y no como el fastidioso impulso que nace en un rincón agitado de la voz reprimida.
Le mando un beso Mr Novs, que le llegue como una lágrima capaz de guardar en una minúscula porción del recuerdo...